Feliz Cumpleaños, Elena

No recuerdo en que momento aprendiste a empujar tus brazos a través de las mangas de tu ropa al vestirte. Por meses, necesitaste de mi ayuda, y de pronto noté como tomabas la iniciativa. Un brazo primero, luego el otro. Como ese, muchos momentos que fueron novedad y ahora son rutina. Creo que si comienzo a nombrarlos en mi mente, sentiré más tristeza que alegría. Y hoy es un día para celebrar.

Todos te dicen que el tiempo vuela, y no se equivocan. En varias oportunidades me esmeré en bajarle la velocidad a instantes contigo, eliminando todo el ruido a nuestro alrededor y simplemente notando cada movimiento, cada sonido.

Hace dos días, observaba tus manos descubrir lo escurridizo del calabacín, tus ojos fijos en la tarea y tu boca lista para recibir cualquier pedazo que logre llegar a destino. Luego de dos bocados, notaste la cuchara sobre la mesa. La levantaste e intentaste tomar más comida. Todos los días practicas y mejoras un poco, otros días te ayudo para que no pierdas motivación. Esta vez dejaste de mirar la cuchara para mirarme a mi, y en vez de seguir comiendo, me ofreciste la cuchara a mi.

Creo que podré revivir ese momento por muchos años. Me miraste con la boca abierta y haciendo un balbuceo, sonreiste y sostuviste la cuchara con el brazo extendido, hasta que abrí mi boca y acepté tu ofrenda. Mmm, Mama. Que rico. Estiré esos segundos lo más que pude y luego el tiempo volvió a su ritmo habitual.

Así ha sido este primer año contigo; he aprendido tantas cosas, pero más que nada, he aprendido a notar los momentos que puedo estirar, retando el paso del tiempo. Ventanas a recuerdos juntas que puedo capturar de tantas formas.

Me he tomado este mes para usarte como inspiración y valorar incluso el tiempo que paso sin ti. Por muchos años, antes que nacieras, ignoré la rapidez con la que la vida se me adelanta por la derecha, y ahora que noto lo vital de sujetar instantes que se van, me doy cuenta que existe ruido que debo seguir apagando. Estas cartas que te escribo cada día son testimonio de ese esfuerzo.

Hoy celebramos tu primer cumpleaños, Elenita. Y mi mayor deseo para las dos, es poder seguir estirando esas fracciones de tiempo en las que nos disfrutamos. Que privilegio ha sido verte crecer estos 12 meses.

Te amo.